Los vikingos atacaron España desde el 844 DC

Los vikingos atacaron España buscando riquezas y posiblemente controlar territorios, como habían logrado en otros lugares de Europa.

A pesar de que la Península Ibérica está en una ruta principal de los vikingos en Europa, no hubo conquistas vikingas en tierras españolas como las ocurridas en Inglaterra y Francia.

Lo cierto es que los vikingos en España tuvieron una actividad y éxito dispar, ya que llegaron en oleadas separadas por varios lustros las unas de las otras; y principalmente, porque sufrieron severas derrotas.

¿Cómo era la España a la que atacaron los vikingos?

Durante la Era de los Vikingos, el territorio de la Península Ibérica estaba conformado por los Reinos Antiguos de España (sobre todo el Reino de Asturias, el Condado de Aragón, el Reino de Pamplona), los territorios de la Marca Hispánica del Imperio Carolingio, que hoy en día engloba a principalmente Cataluña.

Mapa político de la Península Ibérica hacia el año 840
Mapa político de la Península Ibérica hacia el año 840

Los vikingos que atacaron España se encontraron con una sociedad sumida en una constante confrontación militar entre los distintos territorios, reinos y entidades políticas que ocupaban la Península Ibérica, conocido como La Reconquista, cuyo empuje lideraba desde el tercio Norte de la Península el Reino de Asturias, el más extenso de los territorios cristianos, heredero de la cultura y tradición visigodas.

El Reino de Asturias pugnaba contra otros territorios cristianos como el Condado de Castilla, el Condado de Aragón, el Condado de Pamplona; y principalmente, luchaba contra los musulmanes.

El mayor adversario de los asturianos en la Península Ibérica era el Califato Omeya de Córdoba, Al-Andalus, que poco a poco iba cediendo terreno ante el empuje de cristianos desde el Norte; aún así, en torno al año 850 DC, el Califato de Córdoba controlaba más de dos terceras partes de la Península Ibérica; y bajo su protección estaban una serie de entidades satélite, como el Reino de Zaragoza o el Reino de Alicante y el de Valencia.

Los vikingos en España tuvieron que lidiar contra reinos y territorios en constante liza, con una actividad militar frenética, que tenía a los hombres de armas prestos en todo momento; y unos moradores, unas villas y asentamientos preparados y fortificados en muchos casos.

¿Cuándo atacaron los vikingos España?

Los vikingos atacaron España prolongando su actividad durante los siglos IX y X, llegando a asediar y saquear algunas de las ciudades más importantes de aquel entonces.

Es difícil establecer una cronología exacta, ya que la mayoría de los registros en los que se narran las invasiones vikingas en tierras españolas son muy posteriores, aunque intentaremos hacer un listado por orden cronológico de los ataques vikingos y las andanzas de los vikingos en España:

844 DC, los vikingos atacaron España por primera vez

En torno a esta época los eruditos árabes empiezan a registrar avistamientos de drakkars vikingos en las costas de Al-Andalus, a los que comparan con «pájaros marinos rojinegros», en sus relatos hablan de las velas de barcos vikingos.

La crónica castellana «Annales Complutenses«, escrita en el S.XII , indica que en el 844 alrededor de 54 navíos llegaron a las cercanías de Gijón y se aprovisionaron de agua dulce. Los vikingos en Asturias parece ser que no causaron daños y se fueron.

Los vikingos en La Coruña

Tras reponer agua en las costas de la actual Asturias, los Annales Compluteneses señalan que los vikingos siguieron bordeando el litoral hacia el oeste, hasta llegar a la Ría de Arosa. Es la primera vez que se registra la presencia de vikingos en Galicia.

Esta partida, en la que se mencionan entre 80 y 100 navíos vikingos, es la responsable de perpetrar un asalto a la ciudad de La Coruña, rechazado por el rey Ramiro I de Asturias en las cercanías de la Torre de Hércules.

Después de esta derrota, siguieron bajando por el litoral Atlántico, ya en tierras bajo el control del Califa Omeya de Córdoba, Abderramán II; y atacaron Lisboa, asediada durante trece días entre los meses de agosto y septiembre.

Los nórdicos solamente levantaron el asedio de Lisboa al ver llegar al cuantioso contingente musulmán enviado para expulsarlos.

Los vikingos en Sevilla

Los vikingos siguieron bajando por el litoral Atlántico y atacaron las ciudades de Cádiz, Medina Sidonia y Algeciras; y tras tener noticias de las riquezas que había en el interior de Al-Andalus, remontaron el Guadalquivir y decidieron saquear la ciudad de Isbiliya (Sevilla), a donde llegan el 25 de septiembre; estableciendo su campamento en la Isla Menor, en las marismas del Guadalquivir, un terreno fácilmente defendible para ellos. Durante seis semanas hicieron incursiones contra Córdoba, Morón y Constantina.

En aquel entonces, Sevilla era una ciudad notable que prosperaba bajo el reinado de Abderamán II; y que por su situación en el corazón del califato de Córdoba, no está amurallada; aunque si tiene una fuerte ciudadela.

Los vikingos en Sevilla destacaron por su crueldad, ya que mataron a todo ser humano que vieron, para evitar en la medida de lo posible que los supervivientes alertasen de su presencia a los defensores.

Los historiadores Ibn al-Qutiyya en su obra «Historia de la Conquista de al-Ándalus» e Ibn Idari indican que los paganos o majús (literalmente «adorador del fuego» en referencia a los zoroastras) mataban hasta a los animales de carga y no hacían prisioneros ni entre ancianos, mujeres ni niños. Las fuentes hablan del ataque de unos 4.000 vikingos, un contingente formidable para aquel entonces.

Las tropas musulmanas emplazadas en Sevilla atacaron a los vikingos en torno al 29 de septiembre, siendo derrotadas; por lo que al final, la ciudad cae en manos de los vikingos en los primeros días de octubre.

Los sevillanos que pudieron huyeron; y la ciudad quedó desierta. El saqueo de Sevilla duró días y llegaron a incendiar la recién construida mezquita, aunque la ciudadela siempre se mantuvo en manos musulmanas.

Al llegar la noticia del ataque a Sevilla, Abderramán II ordena reunir un potente ejército con tropas procedentes de cada rincón del califato; y pone al frente a su hajib (cargo en la corte omeya con dispar ocupación, aunque de notable importancia) Isa ibn Shuhayd. Un ejército de 16.000 hombres se concentra en Córdoba, la capital; y marcha después hacia Sevilla, acampando en Axarafe.

Tras encontrarse ambos bandos, hubo numerosas tentativas y escaramuzas; aunque el choque definitivo fue alrededor del 15 de noviembre en la batalla de Talyata ( la antigua ciudad latina de Itálica y hoy conocida como Santiponce).

Los musulmanes consiguieron una aplastante victoria en Talyata y destruyeron alrededor de 30 drakkars, matando a más de 1.000 vikingos. Muchos de los cabecillas vikingos fueron muertos; y 400 escandinavos fueron hechos prisioneros, siendo ahorcados la mayoría días después en el palmar de Talyata.

Los pocos vikingos supervivientes se convirtieron al Islam y se les permitió vivir en el califato, donde muchos de ellos se convirtieron en comerciantes de queso. Con esto queda diluida la presencia de vikingos en Sevilla, al incorporarse a los habitantes.

Los registros musulmanes indican que se usó el Fuego Griego para atacar a las naves vikingas con gran éxito; y pudieron comprobar las expresiones de horror y asombro de los invasores al ver como aquel fuego ardía incluso con más fuerza al contactar con el agua.

Los vikingos supervivientes embarcaron en los navíos restantes y volvieron a la costa. En esta ocasión, los vikingos en Sevilla sólo consiguieron penurias

¿Qué pasó después de esta primera vez que los vikingos atacaron España?

Lo cierto es que la situación de guerra semipermanente en la que vivía la Península hacía que tanto cristianos como musulmanes fuesen diestros en el Arte de la Guerra.

De este modo, hay registros de que Abderramán II mandó crear un arsenal naval en Sevilla, donde se construyeron barcos de guerra y se contrataron marinos y artesanos para atenderlos. La primera incursión de los vikingos en Sevilla consiguió que el califato se reforzara, en lugar de debilitarlo.

El Califa mandó crear un sistema de alerta temprana mediante el empleo de mensajeros. Ordenó reconstruir Sevilla y fortificó o reforzó las defensas de varias poblaciones del litoral Atlántico y ribereñas del Guadalquivir. Así mismo decretó la construcción de muros y defensas en la propia Sevilla.

Nuevas levas y compras de armamento complementaron las medidas anteriores.

En resumen, podemos decir que lejos de intimidar o desalentar a los habitantes de las tierras españolas, los vikingos atacaron España y la hicieron más fuerte. Algo totalmente opuesto a lo sucedido en las invasiones vikingas en Inglaterra o Francia.

¿De donde vinieron los vikingos que atacaron España el 844?

Según los registros de los francos, la flota que asoló el litoral Atlántico de la Península Ibérica y Sevilla provenía de Noirmoutier, una isla situada en el estuario del río Loira, en Francia.

Se cree que eran parte de la armada creada gracias a la asociación de Hastein, un vikingo notable y Björn Ragnarsson, ambos hijos del legendario Ragnar Lodbrok.

Björn Ragnarsson también es conocido por los ingleses como Björn Ironside, Björn Costado de Hierro o Björn Brazo de Hierro.

¿De dónde eran los vikingos que atacaron España?

Los vikingos que atacaron España eran parte del contingente de Björn Ragnarsson, quien creó la dinastía sueca conocida como la Casa de Munsö, heredera de la dinastía Yngling, a la que pertenecía su padre Ragnar Lodbrok.

Esta dinastía de reyes vikingos es una de las más prósperas y reinaron Suecia entre los siglos VIII y XI, extendiendo su dominio sobre gran parte de Escandinavia. Los reyes vikingos de este clan familiar forman parte de los reyes legendarios de la protohistoria sueca y los primeros de los reyes de la historia de Suecia.

Por todo ello, casi con total seguridad, los vikingos que atacaron España eran en su mayor parte suecos, siendo vikingos noruegos y daneses el resto.

Del 858 DC al 862, segunda oleada de invasiones vikingas

En esta ocasión, los vikingos atacaron España comandados por el rey Björ Ragnarsson y su hermano Hastein.

Vuelve a haber ataques vikingos en Galicia

Como la vez anterior, los vikingos atacaron España partiendo de las bases vikingas en tierras francesas y arriban a la Península Ibérica; y llegan a su extremo occidental;de nuevo hay vikingos en Galicia.

La flota vikinga asaltante la componen más de 100 navíos, que desembarcan en la zona de la Torre de Hércules (conocida en aquel entonces como Farum Brigantium ) y comienzan a hacer incursiones por tierra hacia la provincia de Lugo, y especialmente la Comarca de La Chantada.

Las naves vikingas se adentran en la Ría de Arosa y comienzan las incursiones. Saquean la diócesis de Iria Flavia; y desde allí llegan hasta Santiago de Compostela.

Drakkars en la romeria vikinga de Catoira
Drakkars en la romeria vikinga de Catoira

Jakobslan (Tierra de Santiago); es decir, Santiago de Compostela en aquel momento estaba amurallada y contaba con buenas defensas; aún así, los habitantes de la ciudad deciden pagar un tributo, el danegeld, para evitar el saqueo de la ciudad.

Al intuir la riqueza de Santiago de Compostela, los vikingos de Björn Ragnarsson deciden asediarla y saquearla para hacerse con las riquezas de la ciudad.

El sitio termina al llegar un gran contingente de soldados comandados por el Conde Pedro Theon, vasallo del Rey Ordoño I de Asturias, hijo de Ramiro I, quien ya se enfrentara a los vikingos en Galicia en el 844.

Al parecer el Conde Pedro logra destruir 38 naves vikingas y pone en desbandada hacia la costa sur gallega a los vikingos, que van asolando cada población a su paso.

Como consecuencia de esta segunda oleada de ataques de los vikingos en España, las sedes episcopales de Iria Flavia y Bretoña son trasladadas a Santiago de Compostela y Mondoñedo. La presencia de los vikingos en Galicia hace que se reorganice el territorio y los recursos, logrando fortalecer la capacidad de respuesta ante futuras invasiones vikingas.

Una vez más, los vikingos en España se dedican al pillaje y siguen la misma ruta, así que otra vez bajan por el litoral Atlántico y llegan al Golfo de Cádiz ya en el año 859.

Nuevo ataque de los vikingos en Sevilla en el 859

A pesar de todas las medidas preventivas llevadas a cabo por Abderramán II, los vikingos vuelven a remontar el río Guadalquivir y atacan Sevilla, logrando entrar en la ciudad y saquearla de nuevo. Incluso llegan a destruir la mezquita de Ibn Adabbas ( hoy en día es la actual iglesia de San Salvador). Parece ser que los vikingos en Sevilla se aplican con especial saña.

Desde Sevilla y los vikingos se dirigen de nuevo al mar, atacando Algeciras, que asedian durante tres días. La ruta de saqueo de los vikingos continúa por el Norte de la costa africana, Orihuela y las Islas Baleares.

Los vikingos de Björ Ragnarsson pasan el invierno saqueando el litoral sur francés y parte de Italia.

Los vikingos remontan el río Ebro

Para el 859 hay vikingos en España de nuevo, esta vez remontan el río Ebro y atacan Pamplona, donde hacen prisionero al rey García I Íñiguez, a quien liberan tras cobrar un suculento rescate de 70.000 monedas de oro.

Después de semejante éxito, la ruta de los vikingos les lleva a Italia y al Norte de África, donde se suceden los saqueos.

Fin de la segunda oleada de ataques vikingos en España

Para cuando se vuelven a avistar drakkars vikingos en tierras españolas ya estamos en el año 862; y la flota vikinga había estado tres años saqueando el Mediterráneo y volvía a sus bases francesas del estuario del Loira.

En las proximidades de Algeciras se encuentran con la flota de guerra del Emir Mohamed I de Córdoba, sucesor de Abderramán II; quien logra expulsar a los vikingos sin que fondeen en sus dominios.

Tras esta segunda oleada de ataques vikingos en España, sigue sin haber asentamientos o conquistas vikingas en tierras españolas, ya que en ningún momento los vikingos logran establecer un campamento o base desde el que organizar ataques a otros territorios, ni logran el dominio de tierras.

Los vikingos atacaron España por segunda vez con mayor repercusión, además de las pérdidas materiales y en vidas humanas, las consecuencias fueron:

  • Cambio en el equilibrio de poder y administración de la iglesia gallega las diócesis de Santiago de Compostela y Mondoñedo ganan poder en detrimento de las de Iria Favia y Bretoña.
  • Después de su liberación, el rey de Pamplona García I Íñiguez inicia un proceso de aproximación política y de alianza con el rey Ordoño I de Asturias.

Tras esta expedición Björn Ragnarsson, también conocido como Björn Costado de Hierro, volvió a sus dominios de Suecia cargado de riquezas; y ya no las abandonaría jamás.

Tercera oleada de ataques vikingos en España

De nuevo en el año 899 los vikingos atacaron España comenzando por la costa Gallega. Empezaron su ataque con los monasterios de las Islas Cíes y remontando el río Ulla llegaron a Santiago de Compostela, ruta de incursión preferida por los vikingos en Galicia.

En el 951 los vikingos atacaron España otra vez y saquearon la costa gallega, tras lo cual, numerosas villas y poblaciones gallegas reforzaron sus defensas.

En el año 964 vuelven a registrarse ataques vikingos en España, una vez más hay vikingos en Galicia. El Obispo Rosendo, de la diócesis de Mondoñedo se enfrenta a ellos y repele el ataque.

Gunrod, el Rey del Mar

los vikingos atacaron España de nuevo en el año 968, cuando el caudillo vikingo Gunrod (Gunderedo, caudillo vikingo noruego) deja a sus vikingos en Galicia acampados durante casi tres años, según algunas fuentes.

Recreación de desembarco vikingo en Catoira, Galicia
Recreación de desembarco vikingo durante la Romería Vikinga de Catoira, Galicia

Gunrod era hermano del rey Harald Eriksson, conocido como Harald II de Noruega; y tenía el título de Rey del Mar. Este título se daba a los líderes vikingos expertos en expediciones de saqueo y pillaje.

En el 968 Gunrod, el Rey del Mar trajo 200 naves repletas de guerreros vikingos y envió 100 a atacar Santiago de Compostela y 100 a atacar la diócesis de Bretoña. Los vikingos en Galicia ansían las riquezas de la Iglesia, el oro de los peregrinos y pecadores que buscan con sus donaciones y peregrinar el perdón de sus pecados.

El Obispo de Iria Flavia, Sisnando Menéndez, se enfrenta a los vikingos y muere en combate el 29 de Marzo en la conocida como Batalla de Fornelos, en las cercanías del río Louro. Tras la derrota de las tropas gallegas, los vikingos logran por fin entrar en Santiago de Compostela y la saquean.

El Obispo de Lugo logró repeler el ataque a su ciudad, pero no así el pillaje y el saqueo de toda la Bretoña.

El conde Gonzalo Sánchez acabó con los vikingos que atacaron España en el año 970. Gracias al ataque de un poderoso ejército, venció a los vikingos y capturó a Gunderedo tras una sangrienta batalla. Por ello, Gunderedo y sus hombres fueron pasados a cuchillo, ya que en el siglo X, se consideraba al guerrero vikingo peor enemigo que al moro; y para evitar volver a enfrentarse de nuevo al mismo enemigo, ejecutarlo era la práctica habitual.

En esta ocasión, los vikingos atacaron España con tanto éxito debido a las disputas y enfrentamientos que los obispos Rosendo y Sisnando habían sostenido por el control de Santiago.

A pesar de su presencia continuada por dos o tres años, los normandos en España no logran crear un asentamiento definitivo, ya que el territorio que conquistaron los vikingos vuelve al control y poder del clero y la nobleza gallega.

Gunrod y sus ataques vikingos en Galicia son fruto de los intereses normandos

En realidad, el objetivo original de Gunrod no era realizar ataques en tierras españolas. Gunrod había acudido a socorrer al Segundo Conde de Normandía, Guillermo I de Normandía, también conocido como Guillermo Larga Espada, quien pidió ayuda a sus parientes y aliados vikingos para luchar frente al creciente empuje de la Corona Francesa.

Tras vencer a las tropas reales francesas, los aliados vikingos empezaron a ser una molestia y el Conde de Normandía les persuadió para partir a la conquista de Galicia, que tenía fama de ser una tierra rica, gracias a los tesoros de las iglesias que los peregrinos transmitían en sus testimonios después de volver de Santiago, Jakobland. Así que debido a los intereses normandos, los vikingos atacaron España de nuevo.

Los vikingos atacaron España alguna vez más durante el siglo X

Con la llegada del siglo X los vikingos siguieron atacando España, aunque de forma más esporádica y sólo reducida al primer tercio del siglo, después, las naves vikingas ya sólo traerían peregrinos cristianos.

En 1015, los vikingos atacaron España dirigidos por el rey Olaf. Estos ataques vikingos se dieron en Castropol, Ribas de Sil, Betanzos y Tuy; a donde llegaron remontando el río Miño. Allí acabaron con las tropas del Conde Menendo González e hicieron prisionero al Obispo Alfonso.

Al parecer, debido a que el pillaje era más difícil, los vikingos empezaron a secuestrar a personajes notables para obtener rescate de sus familias.

Ulf el Gallego

Los normandos en España hicieron su última incursión en 1028. El líder era el vikingo Ulf El Gallego, también conocido como El Lobo Gallego, un jarl danés ansioso de botín.

Ulf y sus hombres remontaron la ría de Arousa y llegaron a Santiago de Compostela, donde el Obispo Cresconio los rechazó. Tras este ataque, Cresconio decidió fortalecer la ría y levantó las Torres del Oeste, conocidas también como Castellum Honesti en la villa de Catoira.

Vecinos de Catoira en las Torres del Oeste durante la Romería Vikinga
Vecinos de Catoira en las Torres del Oeste durante la Romería Vikinga

Después de la era de las invasiones vikingas, a tierras españolas no llegaban más vikingos que los peregrinos. En el 1108 el rey Sigurd de Noruega llegó por mar desde Escandinavia tras 8 días de travesía, a través del vestvegr, la ruta de los vikingos por mar que unía Galicia y Escandinavia.

La huella de los vikingos en España

A pesar de que los vikingos atacaron España a lo largo de dos siglos, la cultura vikinga no arraigó en nuestro país. Esto se debe a que no lograron controlar un territorio de forma permanente; a diferencia de lo que lograron los ataques vikingos en Europa.

La estancia más larga de los vikingos en España sólo duró un máximo de tres años, gracias a la descomunal armada dirigida por Gunderedo del 968 al 970.

En España no hubo conquistas vikingas como en Inglaterra o Francia, desde donde partían los vikingos que atacaron España.

Al parecer, el permanente estado de guerra en que vivía España en la época de la Reconquista hacía que abundaran los hombres de armas prestos a utilizarlas y duchos en el uso de las mismas; lo cual no era muy alentador ni práctico. Las invasiones vikingas sólo lograron botín unas veces cuando no sufrimiento y cuantiosas pérdidas para los atacantes normandos.

Además de restos bibliográficos y de ruinas de baluartes militares, en España no queda más rastro de la cultura vikinga y de sus invasiones que la Romería Vikinga de Catoira.

La Romería Vikinga de Catoira,

El único vestigio reseñable de la estancia de los vikingos en España es la Romería Vikinga de Catoira.

El desembarco vikingo en Catoira es una festividad que se celebra el primer domingo de agosto desde 1961 en la localidad gallega de Catoira, en los alrededores de las Torres del Oeste.

Estatua invasiones vikingas en Galicia
Estatua en recuerdo de las invasiones vikingas en Galicia

La fiesta vikinga de Catoira celebra el papel que desempeñó esta villa a lo largo de las invasiones vikingas que se sucedieron desde el año 844.

Catoira es un enclave tan importante para las invasiones vikingas porque en esta villa desemboca el río Ulla, que es la llave de acceso a Santiago de Compostela desde el mar. Por este motivo, la villa fue uno de puntos más castigados por los vikingos en España.

Las Torres del Oeste, la reestructuración de la administración de la Iglesia y la Romería Vikinga de Catoira son los únicos rastros de los vikingos en Galicia; así como las crónicas registradas; y también del paso de los normandos en España, pues nada se sabe del campamento que crearon durante su estancia más prolongada. No hallaremos restos de asentamientos vikingos, como York; tampoco territorios normandos en España, como en Francia.

Y hasta aquí, la historia de los vikingos en tierras españolas.

¿Por qué los vikingos atacaron España?

Los vikingos atacaron España porque sabían que era un territorio con riquezas. Los tesoros guardados en Jakobsland, Santiago de Compostela; y los relatos de las riquezas y lujoso estilo de vida del los Califas Omeyas eran un poderoso imán.

¿Por qué hubo tantos ataques vikingos en Galicia?

Los vikingos en Galicia buscaban sobre todo las riquezas de la Iglesia. Sabían por los testimonios de los peregrinos que iban a Santiago de Compostela (Jakobslan), que en las iglesias de las tierras gallegas había tesoros de oro y plata.

¿Por qué los vikingos atacaron Sevilla?

Los vikingos en Sevilla buscaban las míticas riquezas por las que era conocida Al-Andalus en los tiempos de Abderraman II; y remontaron el Guadalquivir con gran facilidad, pues no encontraron resistencia. Sus barcos les permitieron llegar a las puertas de la ciudad incluso con el cauce del Guadalquivir en mínimos estivales. Aunque la suerte de los vikingos en Sevilla fue dispar.

¿Por qué los vikingos en España no conquistaron territorios como en Inglaterra o Francia?

Los vikingos en España no pudieron conquistar territorios porque la Península Ibérica vivía en un estado de guerra y conflicto constante, llamado la Reconquista.
En este periodo los territorios cristianos luchaban por arrebatarse terreno unos a otros y fundamentalmente luchaban por recuperar los territorios a los musulmanes. Tanto cristianos como musulmanes eran diestros guerreros, estaban siempre listos para luchar y respondieron rápidamente a las invasiones vikingas.

¿Quién fue Björn Ragnarsson?

Björn Ragnarsson fue un rey vikingo sueco, hijo del mítico vikingo Ragnar Lodbrok. Llegó a Galicia buscando las riquezas de la Iglesia en Galicia en el año 858. En el año 859 atacó también Al-Andalus y Pamplona; y estuvo saqueando por todo el Mediterráneo durante tres años, hasta que en el 862 volvió cargado de oro a su Suecia natal. Fundó la conocida Casa de Munso, una dinastía de reyes vikingos de la protohistoria de Suecia; y a la que pertenecieron los primeros reyes de la historia sueca.

¿De dónde partieron las invasiones vikingas?

Los vikingos que atacaron España partieron de sus bases en Normandía, en la desembocadura del río Loira, en Francia.

¿De dónde eran los vikingos que atacaron España?

Al ser Björ Ragnarsson un rey vikingo sueco, lo más probable es que la mayor parte de los invasores fuesen suecos o vikingos noruegos. Los vikingos daneses serían una minoría de las huestes.

2 comentarios en “Los vikingos atacaron España desde el 844 DC”

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