La lanza es una de las armas más antiguas de la humanidad; y la lanza vikinga una de las que han dejado su impronta en la historia. Los vikingos la usaron con profusión y crearon numerosos tipos con fines específicos.

Odín tenía a su disposición a Gungnir, una lanza mágica que jamás erraba el tiro. La lanza vikinga en nórdico es spjót.
La lanza era una de las armas más usadas, junto con el hacha, pues cualquier hombre libre tenía en su casa una lanza para poder cazar. Prueba de ellos son la cantidad de puntas de lanza que aparecen en los asentamientos vikingos y campos de batalla de aquella éopoca.
Tipos de lanzas usadas por los vikingos.
Básicamente, una lanza es una pieza metálica alargada y puntiaguda y con un cubo en su base para encajarla en su astil. La lanza vikinga solía construirse normalmente con hierro y metal de calidad inferior, ya que el carísimo acero se reservaba para las espadas y hachas, sin embargo, los vikingos usaban varios tipos de lanzas, con usos específicos.
En términos generales, para los vikingos existían dos grupos de lanzas: la lanza arrojadiza y la lanza de choque.
La lanza arrojadiza
La lanza arrojadiza era esbelta y alargada, su finalidad era ser ligera y poder alcanzar la mayor distancia posible al ser arrojada.
Debido a que su finalidad era lanzarla; y por lo tanto, podía perderse con gran facilidad, solía estar construida con el metal de calidad más baja y apenas tenía decoración alguna.
Dentro de las lanzas arrojadizas, destacan las spjótsprika o lanza menor. Por su descripción pueden ser considerados como venablos. Estamos hablando de una lanza vikinga arrojadiza de reducido tamaño. Se cree que cada guerrero vikingo podría llevar varias de ellas al campo de batalla; y lanzarlas a una distancia de entre 20 o 30 metros.
En ocasiones, los guerreros retiraban el pasado que atravesaba el cubo y el astil de la lanza, para que al impactar, se separara el mango de la punta de lanza; impidiendo así que el enemigo usara tu propia arma en tu contra.
La lanza de choque
La lanza de choque, también conocida como lanza de acometida era un arma que se empleaba en el combate cuerpo a cuerpo. La lanza vikinga de choque entraba en juego cuando los muros de escudos de ambos ejércitos llegaban a juntarse; e incluso después de que chocaran.
La lanza vikinga de choque tenía por objetivo las partes desprotegidas del torso, cuello y cabeza. Este tipo de lanza vikinga tenía una hoja afilada y algo más corta pues se buscaba herir dando tanto estocadas como cuchilladas.
Algunos de los tipos de lanza vikinga de acometida más conocidas son:
- krókspjót o «lanza de puntas». Similar a la lanza partesana. Hablamos de una moharra ancha de dos filos, que se va afinando hacia la punta para penetrar; y en cuya base se colocaban dos aletas para limitar su penetración.
- El höggspjót o «lanza mayor». Hablamos de un arma con una moharra; es decir, una hoja alargada y afilada encajada en un fuste o asta de fresno.
- Blað-spjót o «lanza de corte» de influencia sajona. Esta lanza vikinga tiene una larga y afilada moharra.
Las lanzas han sido las armas más usadas en los campos de batalla de la antigüedad, debido a su facilidad de uso y a su construcción barata.
La lanza vikinga, la preferida por los úlfhednar
La lanza vikinga también era un arma que distinguía a algunos berserkers. Los guerreros lobo o úlfhednar (úlfhedinn en singular), también eran conocidos como los guerreros de Odín, debido a su devoción al Padre de Todos.
Fieles seguidores de Odín, acudían a la batalla con sus pieles de lobo y armados con su lanza vikinga, tal y como haría Odín esgrimiendo a Gugnir ante sus enemigos.